Dia de muertos-cap-7-Salvación . Parte 2

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Día 41


22 de marzo de 2014

Salvación. 


Parte 2

No tenia munición suficiente, y aunque la tuviera, la cantidad de zombies a nuestro alrededor era demasiada.
Muchos más de los que había llegado a ver, todos reunidos, esperando tener un pedazo de nosotras.

Deje las balas para el final, el bat me serviría más, mientras no estábamos tan rodeadas, kimira igualmente usaría solo su katana y aunque le ofreciera un arma de fuego, dudo que la quisiera usar.

Golpes exactos, cortes perfectos, directos a la cabeza, el cuello, la afilada hoja arrancaba la cabeza de los zombies, el metal de mi bat sumía su cráneo en su cerebro, lo suficiente para que no se volvieran a levantar.
Pero el peso del bat rápidamente comenzó a mermar mis fuerzas, cada golpe requería un uso mayor de fuerza, el bat de metal no me serviría mucho.

Kimira se movía velozmente, cortaba la cabeza de un solo golpe y atacaba al siguiente, ella tenía mucha experiencia usando su katana, sabia que fuerza y usar y donde concentrarla.

El espacio entre los zombies y nosotras se fue acortando, cada vez eran mas, cada vez era mas difícil golpearlos sin lastimarnos a nosotras mismas, era momento de usar mis armas.

Respirar lo mas tranquilamente que pudiera, concentrarme en aquellos que se acercaran demasiado, un disparo por zombie, un disparo directo a la cabeza, debía asegurarme de guardar dos balas, en caso de ser necesario.

 Euforia, un ataque de adrenalina se apodero de mi, la razón tal ves era que moriríamos, o tal vez la matanza comenzaba a excitarme, el acabar con todos estos malditos, sin piedad, sin detenerme un momento.

Mis gritos eran opacados por los disparos, uno tras otro, salpicando mi cara y cuerpo de sangre, sangre sucia, pestilente; trozos de piel, cráneo y materia cerebral, los disparos dispersaban todo tipo de materia biológica por el suelo, y mis gritos seguían aumentando de volumen.

Y de pronto no hubo nada que los opacara.

El numero de zombies no había disminuido, todo lo contrario, escapar nunca fue una opción, ahora la única opción posible era morir.

No podría despedirme de kimira no había tiempo, tome el bat nuevamente y destroce mas cráneos, no moriría sin dar una buena pelea.

Por un momento pensé que había quedado sorda, un gran sonido o sonidos opaco todo ruido causado por mis gritos y los golpes, un ruido que conocía bien pero me fue imposible reconocer rápidamente.

Disparos.

Disparos de armas automáticas y de gran calibre.

Y el sonido de un motor.

Un camión de pasajeros se abrió paso entre toda la horda de zombies, desde las ventanas salían disparos, las ventanas estaban reforzadas, así como el frente.

Una fortaleza rodante.



-Casandra Pleasance Liddell 


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