Una nueva producción que Netflix nos trae a la pantalla chica y que apunta a un contendiente admirable en los Oscars, continuando con la tradición de películas directo a Netflix que contienden por una estatuilla, aun cuando muchos se oponían a esto.

Dos perfectos conocidos, luchando extrañamente.

Protagonizada por caras conocidas, la historia nos presenta un matrimonio en sus últimos momentos, lo que al principio debió haber sido una separación sencilla y con una menor cantidad de sangre derramada, se convierte en una batalla en varios frentes: legales, mentales y del corazón.

La cinta muestra de forma perfecta como un matrimonio es solo dinero para los representantes legales de ambas partes, convirtiendo todos los recuerdos, felices o tristes en armas de doble filo ante un tribunal civil, en la más pura aplicación de todo lo que digas será usado en tu contra.

Uno de los grandes aciertos de la cinta es mostrar que, tanto para el sistema legal como para las leyes, no importa que haga un hombre, ante la ley, la madre o la mujer siempre tendrá la ventaja en una batalla legal por la custodia y manutención de los hijos. El hombre siempre será visto como un irresponsable y un mal padre, incluso cuando no lo sea, ante la sociedad una madre siempre será pura y perfecta.

Otro punto fuerte, es el como la cinta se enfoca en la relación de esposo y esposa, antes que el como su hijo sufre por su separación, nos muestran como ambos sufren por la misma, los focos centrales son ella y el, su relación y como a pesar de todo lo que se dicen y hacen, en el fondo siguen sintiendo afecto el uno por el otro.


El amor acaba.

La separación consume tanto las energías de los implicados como su tiempo y dinero, y desafortunadamente para el hombre, en este tipo de pleitos legales, ser hombre es llevar las de perder (toma eso patriarcado), si no pregúntenle a Jeff brezos y en qué lugar quedo después de su separación.

La historia nos muestra a dos personas de carne y hueso, un matrimonio que podría ser de nuestros amigos o nuestro propio matrimonio, mostrando los buenos tiempos pero también como todo lo que te molesta de tu pareja puede ser veneno a largo plazo.
Si las cosas no se hablan desde un inicio, llegaran a un punto incontrolable.

El final es perfecto y de cara a la vida real. No existen los finales felices en la vida diaria.
Las actuaciones de los personajes son excelentes, nos transmiten sus sentimientos y no importa que sean solo ellos hablando frente a la cámara en una habitación casi vacía, el sentimiento y pasión se transmiten de forma espectacular(kudos para Scarlett Johansson y Adam Driver)

Les recomiendo ver la cinta si quieren algo tranquilo y que no los haga pensar demasiado, no tiene nada de acción ni putazos, así que quedan advertidos.