Día de muertos-Cap. 15-suicidio

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Cap. 15

Suicidio 

Día ¿?



Desperté en el suelo del camión, estaba sucia y adolorida, cada parte de mi cuerpo se encontraba entumecida, el murmullo del motor me despertó, estaba oscuro y no sabía que había sucedido ni como llegue al camión.

Me puse en pie como pude, el camión no se movía bruscamente, supuse que viajábamos en una carretera pavimentada, tal vez a algún lugar seguro.

Si tal cosa era posible.

Ella vino hacia mí.

Kimira.

Me alegro tanto verla con vida.
Al parecer apenas estaba lastimada, tenía unos ligeros moretones en todo el cuerpo, pero nada de peligro, si alguien saldría vivo de todo peligro, esa seria Kimira.

Me conto todo.
Como fueron atacados en el pueblo y como solo ella y Andrés salieron con vida, Germán murió en manos de los infectados, no sin antes destrozar a varios de ellos, murió por culpa del bastardo de Héctor.

Andrés y ella fueron a buscarnos.

Solo me encontraron a mí, perdida en el bosque y delirando.

Les conté del final de Samantha.
Y del final que le brinde a Héctor.

Nos dirigíamos a alguna ciudad, necesitábamos provisiones, todo lo perdimos en el pueblo, todo lo dejamos detrás, necesitábamos un nuevo comienzo.

Me entristece no haber podido enterrar a nuestros amigos.


La gasolina se agoto a tan solo unos kilómetros de una ciudad, seguramente encontraríamos gasolina ahí, también comida y algunos analgésicos que nos harían los días mejores.

También habría infectados.
Cientos de ellos.

Yo no me encontraba en la mejor forma física, ninguno de nosotros lo estábamos.

No contábamos con muchas armas ni mucho menos con munición suficiente.

Esto sería un suicidio.

Esto era algo que tenía que hacerse.

Nos preparamos lo mejor que pudimos, sería una caminata de unos cuantos minutos, una vez en la ciudad tendríamos que ser precavidos, recorrer todas las esquinas con cuidado y buscar cualquier presencia de infectados en la zona.

Tome un bat de madera, Andrés llevaba dos pistolas automáticas de 9 mm, Kimira como era de esperarse, llevaba solo su espada.

Necesitábamos la gasolina y las provisiones.

Necesitábamos despertar de la pesadilla.

Pero eso nunca sucedería.



-Casandra Pleasance Liddell


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